Desde los comienzos de la Congregación, los Sacerdotes del Sagrado Corazón han aceptado el llamado de servir a la Iglesia en todo el mundo, en cualquier lugar en donde el amor de Jesús sea necesitado. Su compañerismo y apoyo ayudan a difundir la devoción del Sagrado Corazón y al mismo tiempo podemos ofrecer consuelo para los pobres y necesitados que dependen tanto de nuestra caridad y ministerios.
Nuestras Misiones
Los Sacerdotes del Sagrado Corazón llevan esperanza a las personas de las misiones y obras pastorales más difíciles en el mundo. Las actividades misioneras incluyen alcance humanitario, atención espiritual y médica, educación, servicios de salud pública, construcción de viviendas e infraestructura, formación sacerdotal, y mucho más. Su ayuda es vital para nuestro trabajo y la expansión de la Iglesia Católica.
En el Congo, proporcionamos atención vital a familias y niños que sufren el impacto de la guerra, el hambre y el malestar social en las ciudades y pueblos rurales. Operamos escuelas y hospitales, centros de albergue para niños sin hogar y bebés abandonados, y apoyamos proyectos de riego, entre muchos otros ministerios.
En la India, a través de la ayuda de nuestros amigos en América,hemos construido y expandido varias iglesias para servir a la creciente población católica. En las aldeas empobrecidas estamos trabajando para mejorar las oportunidades educativas para los niños, asociándonos con el gobierno en proyectos de salud y saneamiento y apoyando pequeñas empresas, dando así una esperanza a familias sumidas en generaciones de pobreza..
En Vietnam, una nación donde el crecimiento de la población católica experimentó persecución hace poco tiempo atrás, celebramos el cuarto aniversario de nuestra presencia oficial en el país con la apertura de nuestra tercera casa comunitaria para dar cabida a los muchos jóvenes que se encuentran dicernimiento de una vocación con los Sacerdotes del Sagrado Corazón.
dándoles la bienvenida a 11 nuevos candidatos en el programa de formación de los SCJ. En la ciudad de Ho Chi Minh, nuestros misioneros ayudan a apoyar una escuela primaria católica y proporcionan becas educativas a los niños de familias migrantes carentes. En la ciudad de Ho Chi Minh, apoyamos a una escuela primaria católica, la única de su tipo que brinda educación gratuita a los niños de familias migrantes en dificultades.
En Filipinas, nuestros sacerdotes establecieron un hogar para niñas que han sido víctimas de abuso doméstico, en donde reciben el apoyo y la educación que necesitan para reconstruir sus vidas. Después de la destrucción causada por los devastadores tifones nos hemos asociado con otras organizaciones para construir viviendas para aquellos que solo tienen tiendas de campaña como unico refugio.
En Indonesia, estamos atrayendo un creciente número de hombres a la vocación. Nuestro seminario en Yogyakarta prepara a los hombres para servir a la Iglesia en Asia y otros lugares. En Yakarta, nuestro programa Ángel Azul proporciona ayuda al creciente número de jóvenes adictos a las drogas.
En África del Sur, trabajamos en hospicios para víctimas del VIH/SIDA y ofrecemos apoyo a los niños huérfanos de padres fallecidos por esta enfermedad. Aproximadamente dos terceras partes de nuestros sacerdotes y hermanos se dedican al servicio pastoral en las zonas rurales más pobres del país y áreas remotas y aisladas. La generosidad de nuestros amigos y benefactores ayudan a dirigir la formación de SCJ nativos, incluyendo la formación del Obispo Zolile Mpambani de Kokstad.
Ofreciendo Servicio en el Mundo
Actualmente los Sacerdotes del Sagrado Corazón realizan ministerios en más de 40 países de cinco continentes.
¡Nuestros ministerios necesitan su ayuda! Apóyenos: Haga una Donación Hoy
Los niños de Guntur, India, se despiertan cada día en la pobreza y la desesperanza. La educación es la única solución que puede ayudarles a ellos y a sus familias a salir de la única vida que conocen.
Cuando las familias pueden costear el lujo de una educación para sus hijos, los niños de 10 años de edad permanecen en la escuela en lugar de salir a trabajar a los campos. Las niñas pueden escapar la suerte de ser casadas a la temprana edad de 13 años y convertirse en madres de varios hijos.
Pero la educación cuesta dinero. Es por eso que hemos puesto en marcha el Fondo Educativo Misionero para ayudar a estos niños a recibir la educación que necesitan. Le invitamos a que brinde su apoyo. Haga clic aquí para más detalles y aprender cómo puede ayudar.